jueves, 22 de noviembre de 2012

Sin título (1998)


Inmersos en la sombra de una noche oscura,
siguiendo los instintos, perdiendo la cordura.
Nos miramos de repente,
solos entre tanta gente,
no existían las palabras,
y así nació este amor.

Aturdido por la música, vacía y sin sentido,
propuse escapar de todo ese ruido.
Nos hablamos suavemente,
al oído y dulcemente,
como siempre había soñado,
y así creció este amor.

La noche terminó antes de lo pensado,
y un triste amanecer te quito de mi lado.
Solo fue un amor sin culpas,
sin felicidad ni llanto,
¿Por qué me duele tanto?,
así murió este amor.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

No estás sola...


Era tan fácil respirar,
Cuando en tus ojos, solo estaba mi reflejo,
Ahora otro mundo, te devuelve a ese pasado,
Que te esta atando, que no te deja avanzar.

Yo no te pido que te pierdas en mis brazos,
Es suficiente con que me dejes entrar,
Y que te entregues al futuro, que es incierto,
Que me acompañes a esta aventura que es amar.

No se que pasa, hoy en tu voz hay otra voz,
No te confundas, reconozco de quien es,
Yo te conozco, y me conozco, no lo olvides,
Supe esperarte y sabre hacerlo otra vez.

Quizás tus miedos sean tu forma de expresarte,
Quizás los míos, ya no tengan que expresar,
Yo te hice mía, me hice tuyo y no lo niego,
Hoy solo espero que me vuelvas a besar.

Acostumbrado a este vaivén de tus caprichos,
Voy caminando y te trato de alcanzar,
Para ayudarte, para decirte “No estas sola”,
De nuestra historia, no podremos escapar.


domingo, 11 de noviembre de 2012

Mentira


Otra vez pasar la noche esquivando dardos… Cansado de paliar la angustia que, de tan presente, se vuelve aburrida. El sueño se vuelve un sueño y la vigilia se extiende a límites preocupantes pero, como siempre, los minutos pasan inexorablemente.
Son preguntas las que me agotan; me duermen sólo para volver a despertarme, como si no fuera suficiente con arruinarme la existencia, una hora a la vez.
Y me siento extraño, lejano, desconectado… Lejos de mí mismo, lejos de todo aquel (o aquella) que ose tratar de acercarse. No merezco que se acerquen. ¿Para qué? No puedo ayudarlos…
No puedo protegerme, y menos protegerlos…
No puedo pretender cuidarlos, no sabría cómo hacerlo…
Puedo quererlos, pero no pueden quererme…
Soy un impostor, una sombra de mí mismo. Siempre temiendo al día en que el mundo se dé cuenta de que no soy nada. De que no valgo nada…
No soy un buen hijo; mi realidad es la evidencia.
No soy un buen hermano; no puedo ayudarlos ni dejo que me ayuden. No vale la pena que se preocupen. Ellos son lo más importante para mí.
No soy buen estudiante; nunca lo fui, pero a veces pretendía serlo. Sólo soy una persona con demasiada suerte y la capacidad suficiente como para pasar desapercibido.
No soy buen profesional; sólo una versión mediocre de uno, que se contenta con la inevitable imperfección y un montón de trabajo a medias.
Ni siquiera soy una buena pareja; ¿Quién podría elegir a un ser tan inadaptado e imperfecto como yo?, ¿qué puedo ofrecerle yo que no pueda alguien mejor?.. Mi amor incondicional, sin duda pero, ¿es tan valioso eso?, no creo…
Sé que tengo cosas buenas, pero no valen la pena si hay que soportar todas las malas.
Soy una mentira; lo que más me duele es que a veces hasta yo me la creo.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Quién se atreva...


Quién se atreva, puede huir de las palabras,
aferrarse a las raíces de otros días,
entregarse al miedo absurdo inevitable,
y encontrar en las paredes la salida.

Pero no, si es que se atreve, no podrá,
no podrá escapar del peso del pasado,
ni entender por qué no hizo suficiente,
o aceptar que tal vez hizo demasiado.

Es muy duro descubrirse desarmado,
bajo un sol que se esconde lentamente,
y el espacio entre mis ojos y los tuyos,
que se extiende, tan inexorablemente.

lunes, 8 de octubre de 2012

Sin respeto...


Si te pido que me mires a los ojos,
no es que crea que sea fácil conocerte.
Te propongo que me escuches, un ratito,
aunque el tiempo no figure en esta suerte.

Si te digo que te quiero, en un susurro,
no permitas que se pierdan en la noche,
las palabras que te ofrezco, te  regalo,
solo de ellas es que puedo hacer derroche.

Yo no tengo el corazón para quererte,
si tu amor es esconderse en estos besos.
Pretender que en una noche acabe el mundo,
y que duela cada día hasta en los huesos.

No me pidas que me vuelva “moderado”,
ni tampoco que me atenga a mi libreto.
Yo te quiero como puedo, con el alma,
sin medidas, sin cadenas, sin respeto.

viernes, 5 de octubre de 2012

Dos hermanos...


Desparramado sobre la cama, con los puños cerrados y mis ojos abiertos… Así me encontraba cuando el miedo me envolvió de pronto. La angustia que trajo consigo se instaló en mi pecho; yo la recibí como quién recibe a un viejo amigo. Sabía muy bien de donde venía, adonde iba y que es lo que iba a dejar en mí. 

Tantas veces me había visitado por las noches, cada vez que la soledad me soltaba una sonrisa, cada vez que de aquel espejo en penumbras brotaba un reflejo cargado de fracaso y odio. Y lágrimas… Tantas lagrimas… Contenidas detrás de una mirada que se mostraba absorta, obsecuente, lejana.

Mi respiración siempre mostró lo más honesto en mí. Me sé muy capaz de esconder mis sentimientos pero hay cosas que no puedo controlar. Recuerdo sentir el temblor de mis pulmones cuando ella pronunció esas palabras. No pude decir nada, me odié por sentir algo así, por ser incapaz de resistir la inundación en mis entrañas…

Así, en silencio, la batalla se hizo carne en mi carne… Una batalla más de una guerra que, a esta altura, se muestra eterna… El conflicto entre este ser que quiere sentir, que quiere abrirse a lo que la vida le depare, que espera el impacto mirando al cielo y esperando un beso; con esperanza, con devoción, con fe… Y el otro, el de la impronta de siglos de machismo, el que quiere reconocerse hombre en la mirada de una mujer; que quiere ser fuerte para que los demás puedan ser débiles, que quiere ser la roca a la cual los demás puedan aferrarse… Que quiere sentirse seguro de sí mismo, a pesar de todo…

Dos hermanos que se aman, que se odian, que se mezclan, se remplazan… Uno débil, susceptible, indefenso aunque valiente; y el otro, crudo, más cínico, que se escuda en la ironía y el sarcasmo para no involucrarse, para no mostrar el revés de la armadura…

Ambos presos de este miedo, de este ida y vuelta constante, de estas ganas de abrazar y estas ganas de correr, de este amor que tiene miedo de ser amor y por eso, es otra cosa.

Encerrados en mi pecho, se dibujan en el lienzo que hoy es el techo de mi habitación. Y la cama es inmensa, el frío me abraza, mis manos se abren, cansadas; y cierro los ojos.

Mañana, la batalla continúa…

martes, 24 de julio de 2012

Que TE quieras...


Que tus sueños no sean humo,
y sean vapor que te impulse,
Que te pierdas, por momentos,
en ese instante tan dulce.

Que me mires, sin palabras,
que me abraces, sin preguntas,
que me sientas, cerca tuyo,
que me quieras, sin excusas.

Que la noche sea otro cómplice,
de este baile desquiciado,
que las horas sean testigos,
del abrazo derramado.

Que TE quieras, sin preguntas,
sin excusas, sin hablar,
que te acuerdes, de un idiota,
que jamás te va a olvidar.